Si uno de tus propósitos del año nuevo es tener una piel suave, tersa y sin pelos, la depilación láser es la mejor opción.
Dicen los estudios que, de media, las mujeres se depilan más de 7.000 veces a lo largo de su vida, y que los hombres emplean más de 3.000 horas en afeitarse. Unas cifras que evidencian que invertir en depilación láser no solo es invertir en belleza, sino en tiempo y en dinero.
LA IMPORTANCIA DE PONERSE EN LAS MEJORES MANOS
La clínica de la Dra. Nuria Ferri ofrece un método seguro y definitivo para acabar con el vello, puesto que el paciente está en manos de la doctora, que utiliza la tecnología Vectus de Cynosure. Se trata de un láser diodo que permite personalizar el tratamiento para adaptarse a todos los tipos de piel. De una forma más detallada, Vectus de Cynosure cuenta con SkintelTM, un lector de melanina único en el mercado, que ayuda a determinar la energía necesaria para el tratamiento, en función del estado de la piel, evitando las indeseadas quemaduras. Además, este láser diodo permite la reducción permanente de vello en variados fototipos de piel y colores de pelo, con las mínimas molestias en el paciente.
EL SPOT DE MAYOR TAMAÑO
A todo ello cabe añadir que es el equipo de depilación láser con mayor tamaño de spot del mercado, lo que permite una menor duración de los trata mientos. El spot grande permite una rápida cobertura de la zona y está indicado para el tratamiento de áreas grandes como espalda o piernas. El sport pequeño permite una mayor precisión del tratamiento y es óptimo para zonas pequeñas como axilas, ingles, labio superior o entrecejo.
Esta tecnología innovadora incluye el sistema de enfriamiento patentado Advanced Contact Cooling, que permite mantener la lente de zafiro a una temperatura de 5ºC, minimizando los riesgos de quemadura y manteniendo el confort del paciente durante la sesión. Además, su exclusivo sistema Photon Recycling facilita un alto aporte de energía en cada disparo, reduciendo la necesidad de dar varias pasadas.
¿PARA QUÉ SIRVE SKINTEL?
Fundamentalmente para minimizar el riesgo de quemaduras, porque ayuda a adecuar la potencia del láser a cada punto de la piel, porque cada zona tiene una cantidad diferente de melanina. La otra utilidad es para una mayor precisión, puesto que mide la melanina de los diferentes puntos de la piel que se vaya a depilar y la envía al equipo láser, y se configuran automáticamen te los parámetros más adecuados para el tipo de piel y pelo del paciente.
Por lo tanto, un tratamiento totalmente personalizado y adaptado a cada caso.
¿CÓMO ES EL PROCEDIMIENTO?
Durante los tratamientos de depilación, el láser atraviesa la piel alcanzando el folículo piloso. El calentamiento intenso del láser daña el folículo piloso que inhibe el crecimiento del vello.
Tanto para el paciente como para el operador, es imprescindible el uso de gafas protectoras especiales durante todo el tratamiento, con el objetivo de proteger los ojos de posibles efectos secundarios.
A continuación, una vez iniciado el tratamiento, se puede sentir un pequeño hormigueo o escozor en la zona sobre la que se aplica el láser. En función del umbral del dolor de cada paciente, se aconseja utilizar una crema anestésica que minimice las molestias.
El tiempo de cada sesión puede variar desde los cinco minutos hasta las dos horas, dependiendo de la extensión de la zona a tratar.
La duración total habitual del tratamiento es de entre tres meses y uno o dos años, aunque este periodo puede fluctuar dependiendo del tipo de tratamiento, piel y persona. Se tiene que tener en cuenta que las sesiones corporales se realizan cada seis u ocho semanas.
LOS ORÍGENES
Todo comenzó en 1990 cuando Palomar Medical Technologies, hoy Cynosure A Hologic Company, junto con el Instituto Wellman de la Universidad de Harvard, crearon la tecnología láser para acabar con el vello no deseado, siendo pioneros y recibiendo la primera aprobación de la FDA (Food and Drug Administration) en tratamientos de depilación láser.