“LA MADUREZ PROFESIONAL ME IMPULSÓ A CREAR MI NEGOCIO”
Licenciada en Medicina y Cirugía por la Universitat de València, Máster en Medicina Natural y en Medicina Estética, la doctora Nuria Ferri decidió dar el salto como mujer emprendedora hace 3 años, momento en que decidió montar su propio centro médico-estético. Superada la barrera de los 40 años y después de estar trabajando en el sector desde 2002, “me di cuenta de que había alcanzado la madurez tanto profesional como personal para iniciar algo por mi cuenta”. De esta manera, Nuria comenzó a fraguar la que es ahora su clínica y desde donde ofrece sus servicios de medicina estética con una visión propia y con la seguridad “que me ha proporcionado mi trayectoria”, apunta.
Madre de dos hijos, ha sabido compaginar su vida laboral con la familiar, ya que “cuando tomé esta decisión mis hijos ya no eran tan pequeños y esto me facilitó las cosas”, afirma.
No eran años de bonanza cuando la doctora Ferri eligió crear su propio negocio “la crisis aún estaba latente”, no obstante esto, confiesa “decidí no renunciar a lo que quería y con el apoyo de mi familia tiramos hacia delante”.
Así fue. Su condición de mujer no le ha comportado ningún problema a la hora de ser emprendedora, comenta.
Nuria descubrió su vocación
siendo paciente. “Desde que era
joven siempre me ha gustado cuidarme y acudía al centro de estética. Era algo que me gustaba y
por ello decidí especializarme en
medicina estética”. De sus años
de estudiante recuerda como el
número de mujeres alumnas era
superior al de los hombres.
UN PACIENTE SATISFECHO
Una de las cosas que más le gusta a Nuria de su trabajo es constatar por parte de sus pacientes la satisfacción de conseguir la mejora que buscaban tras realizarse el tratamiento. Para ello, son claves:
“la atención personalizada y la proximidad con el paciente, el trato humano y la empatía. Es muy reconfortante el agradecimiento del paciente cuando ha visto mejorado su problema”, destaca.
Estar al día de las tendencias que se van imponiendo en el sector de la medicina estética “obliga a estar en constante evolución y formación, por ello la asistencia a congresos y a cursos es continua”, cuenta.
Dar una cobertura completa en tratamientos faciales y corporales que se adapten a las necesidades que demandan los pacientes es la premisa con la que Nuria Ferri comenzó su andadura en el mundo empresarial. Por ello, su carta de tratamientos se compone de dietas para reducir peso, terapias naturales, mesoterapia, presoterapia, cavitación, radiofrecuencia, LPG, tratamientos de relleno facial, toxina botulínica, etc. Un listado que no para de crecer, pues “las técnicas no invasivas se imponen” como la que ofrece el equipo PLEXR, última novedad incorporada en la clínica, que permite tratar de forma efectiva las imperfecciones de la piel como arrugas, manchas, verrugas, marcas de acné, entre otros problemas estéticos.