Con la llegada del buen tiempo, comenzamos a preocuparnos más por nuestro aspecto físico, y uno de los inestetismos más comunes es la celulitis.
La celulitis es una alteración que afecta a las capas profundas de la piel (dermis) y la grasa superficial (hipodermis).
No existe una causa específica, y en su origen influyen factores hormonales, genéticos, alimentación, etc…
Se localiza preferentemente en la mitad inferior del cuerpo; glúteos, muslos, y no está relacionada con el sobrepeso, ya que mujeres delgadas pueden padecerla, aunque el sobrepeso la empeora. Puede coexistir con otras alteraciones como la grasa localizada o la flacidez corporal.
La mayor parte de las mujeres pueden presentar
algún grado de celulitis durante su vida. Y si bien el sobrepeso es un factor
agravante también las mujeres delgadas pueden padecerla.
Como hemos dicho, no existe una sola causa para que se produzca la celulitis, sino una combinación de factores en los que el mecanismo desencadenante sería una alteración de la circulación de la zona afectada, que llevaría a la retención de líquidos y la formación de trayectos fibrosos que engloban nódulos de grasa.
¿Qué podemos hacer para combatirla?
Los mejores resultados se consiguen con la combinación de tratamientos y el control de los factores agravantes. Es necesario realizar un mantenimiento, puesto que no existe un tratamiento definitivo y curativo de la celulitis.
Control de factores dietéticos, como reducir la sal en las comidas, evitar bollería, beber suficiente agua y prevenir el sobrepeso y el estreñimiento.
Propiciar hábitos saludables. Evitar el sedentarismo, no usar prendas ajustadas y realizar ejercicio físico regularmente.
Masajes, para facilitar el drenaje de líquidos y la ruptura de los nódulos fibrosos. Pueden realizarse de forma manual, o con sofisticados equipos como el LPG (Endermologie) o la Presoterapia.
Equipos de electromedicina. Existe una amplia oferta de estos tratamientos que van a actuar sobre diferentes aspectos de la celulitis; plataforma vibratoria, ultrasonidos, radiofrecuencia,…
Mesoterapia. Es un excelente tratamiento, aislado o asociado a otros. Consiste en la infiltración de sustancias en la zona afectada que mejoran la circulación y estimulan la lipólisis.
Dependiendo del tratamiento elegido por el médico, se pautarán las sesiones, que inicialmente serán más frecuentes y se espaciarán en función de la mejoría, sugiriéndose siempre la realización de sesiones de mantenimiento.
Liposucción. Celulitis y liposucción no van unidas. La liposucción es una técnica quirúrgica que permite el tratamiento de la grasa localizada mediante la extracción del tejido graso con cánulas de aspiración. No es el tratamiento de elección para la celulitis, pero puede estar indicada en casos de celulitis con adiposidades localizadas.